lunes, 10 de marzo de 2008

ENSAYO SOBRE PREVENCIÓN DE ACCIDENTES.

Valecillos Marcos Tulio
C.I 9.174.015

Los accidentes se definen como sucesos improvistos que producen lesiones, muertes, perdidas de producción y daños en bienes y propiedades. Es muy difícil prevenirlos si no se comprenden sus causas. Ha habido muchos intentos de elaborar una teoría que permita predecir estas, pero ninguna de ellas ha contado, hasta ahora, con una aceptación unánime, investigadores de diferentes campos de la ciencia y de la técnica han intentado desarrollar una teoría sobre las causas de los accidentes que ayude a identificar, aislar y, en ultima instancia, eliminar los factores que causan o contribuyen a que ocurran accidentes. Estos investigadores desarrollaron diferentes teorías tales como:

· La teoría del dominio
· La teoría de la causalidad múltiple
· La teoría de la causalidad pura
· La teoría de la probabilidad sesgada
· La teoría de la propensión de accidente
· La teoría de la transferencia de energía
· La teoría de los síntomas frente a las causas

Aun cuando existen estas teorías la causalidad de los accidentes es muy compleja y debe comprenderse de manera adecuada para mejorar su prevención. Puesto que la seguridad no puede considerarse aun como una ciencia. Ahora bien, esta circunstancia no debe desalentarnos, ya que la mayoría de las disciplinas científicas (matemática, estadística, etc.) pasaron por fases de indecisión similares en un momento u otro. El estudio de las causas de los accidentes resulta muy prometedor, por el momento, las que existen son de naturaleza conceptual y, como tales, su aplicación en la prevención y el control de accidentes es limitada. Con tanta diversidad de teorías no resulta difícil comprender que no exista una única considerada correcta y aceptada unánimemente. En cualquier caso, esas teorías son necesarias, aunque no suficientes, para establecer un marco de referencia que permita comprender la aparición de accidentes

La creencia de que los accidentes tienen causas y pueden prevenirse nos obliga a estudiar los factores para prevenirlos. Al analizar estos factores, pueden aislarse las causas primordiales y adoptarse las medidas necesarias para impedir que se repitan. Las causas esenciales pueden clasificarse en “inmediatas” y “concurrentes”. En el primer caso se trata de actos peligrosos del trabajador y las condiciones de trabajo inseguras. En el segundo de los factores relacionados con la gestión y de las condiciones físicas y mentales del trabajador. Tienen que converger varias de estas causas para que se produzca un accidente. Un elemento fundamental para la prevención de los accidentes es el conocimiento de la naturaleza, la sincronización y las causas del error. Una de las características mas importantes y singulares del error, que lo distingue de otros factores que intervienen en un accidente, es que forma parte normal del comportamiento. El error es decisivo en el aprendizaje de nuevas destrezas y comportamientos, así como en la conservación de estos últimos. Al poner a prueba los límites de nuestra interacción con el entorno, y, en consecuencia, cometer errores, aprendemos precisamente lo que son los límites. Es un proceso esencial no solo para adquirir nuevas destrezas, sino también para actualizar y conservar otras ya aprendidas. El grado en el que ponemos a prueba los limites de nuestra habilidad esta relacionado con el nivel de riesgo que estamos dispuestos a aceptar. Parece que el error es una característica permanente de todo comportamiento. Los estudios muestran, además, que esta presente en las causas de unas dos terceras partes de los accidentes de trabajos mortales.

Una de las características más importantes de la naturaleza del error es que no se trata de un fenómeno unitario. Aunque en el análisis tradicional de los accidentes suele interpretarse el error como si fuera una entidad singular que no admitiera un estudio ulterior, aquel que puede producirse de diversas formas. Los errores difieren unos de otros por la función de procesamiento de la información a la que afectan; por ejemplo, pueden adoptar la forma de sensaciones falsas debidas a una estimulación deficiente o atenuada de los órganos sensoriales, a fallos de atención debidos a la exigencia de una estimulación prolongada o compleja del entorno, a distintos tipos de lapsus de la memoria o a errores de juicio o de razonamiento. La inclusión de los factores humanos, y no solo de los errores, en el conjunto de circunstancia que rodean al accidente, representa un avance importante en la comprensión de la génesis de los accidentes. Si bien no existe duda alguna de que el error esta presente en la mayoría de las secuencias de accidente, los factores humanos también intervienen en un sentido más amplio, adoptando la forma, por ejemplo, de procedimientos de trabajo, entre los que figuran las decisiones de la dirección tomadas en las primeras fases del proceso. Es evidente que las decisiones equivocadas y los procedimientos de trabajo deficientes están relacionados con el error, ya que incorporan errores de juicio y de razonamiento.

La seguridad del trabajo esta vinculada a la interrelación entre las personas la actividad laboral; a los materiales; a los equipos y a la maquinaria; al medio ambiente y a los aspectos económicos como la productividad. En teoría, el trabajo debe ser sano, no dañino y no exageradamente difícil. Por razones económicas debe procurarse un nivel de productividad tan alto como sea posible. La seguridad en el trabajo debe comenzar en la fase de planificación y continuar a lo largo de las distintas etapas productivas. En consecuencia, sus requisitos deben establecerse antes del inicio de la actividad y ser aplicados en todo en el ciclo del trabajo, de forma que los resultados puedan valorarse a efectos de asegura la retroalimentación, entre las otras razones. Asimismo debe considerarse durante la planificación la responsabilidad de la supervisión para mantener la salud y la seguridad de los participantes en el proceso de fabricación hay una interacción entre las personas entre las personas y los objetos. Puesto que, obviamente las cuestiones de la prevención de accidentes no pueden resolverse de forma aislada, sino únicamente en el contexto de su relación con la producción y el entorno de trabajo, pueden deducirse los siguientes principios de prevención de accidentes:

La prevención de accidentes debe incorporarse a la planificación de la producción con el objetivo de evitar las disfunciones
el objetivo último es lograr un flujo productivo tan exento de obstáculos como sea posible. Su consecución no solo mejora la fiabilidad y contribuye a la eliminación de defectos, sino que también favorece el bienestar de los trabajadores, los métodos de ahorro de trabajo y la seguridad en el trabajo.

Existen diversas maneras de prevenir accidentes para garantizar la seguridad en el lugar de trabajo:

1. Eliminación del riesgo o del peligro, de forma que se hagan imposible la lesión o daño

2. Separación entre el trabajador (o el equipo) y el riesgo (equivalente a la eliminación del riesgo). El peligro se mantiene, pero la lesión (o el daño) es imposible, ya que se garantizan que las zonas naturales de influencia de los trabajadores (los equipos) y el objeto (riesgo o peligro) no coincidan

3. utilización de mecanismos de protección, como ropa ignifuga o respiradores, para atenuar el riesgo. Aunque sigue existiendo, la posibilidad de lesión o daño se reduce al minimizar las oportunidades de que produzca un efecto, bloqueando así el peligro

4. adaptación al riesgo mediante la adopción de medidas como la instalación de sistemas de alarmas y equipos de control, la información sobre los peligros, la motivación para adoptar un comportamiento seguro, la formación y la educación.

En la prevención de los accidentes, lo más importante es que el trabajador, el supervisor de seguridad y el empresario tomen conciencia que lo más importante, es la vida de las personas, por lo cual deben escatimar esfuerzo en desarrollar aquellos programas de seguridad que ayuden a minimizar los riesgos y ponerlos en práctica.


“La seguridad y prevención de accidentes es tarea de todos”

ENSAYO SOBRE METODOLOGÍA DE LA SEGURIDAD INDUSTRIAL

Valecillos Marcos
C.I: 9.174.015
La seguridad industrial es conocida como la implementación de normas y procedimientos que en una forma estructurada garanticen la seguridad de todas las personas ya sean trabajadores, empleados, obreros y clientes.
Dentro de las Normas de Seguridad Industrial se encuentran formas de protección de la integridad física tanto de empleados como de usuarios o clientes, dependiendo del ámbito de trabajo, así mismo se detallan los riesgos o amenazas existentes tales como la exposición prolongada a sonidos muy fuertes, exposición a sustancias químicas o de riesgo biológico, exposición a material que pudiera causar daño a la piel o vías respiratorias, etc. De igual manera se hace énfasis en la forma correcta de tratar con cada uno de estos riesgos, utilizando la protección adecuada, almacenando y manipulando de forma correcta materiales y sustancias peligrosas.

Las áreas que la seguridad industrial comprende son diversas, pasando por las personas de seguridad, mantenimiento, áreas operativas, etc. Ya que los riesgos son variados y de diferente origen. Es por eso que la seguridad Industrial es una realidad compleja, que abarca desde problemática estrictamente técnica hasta los diversos tipos de efectos humanos y sociales.

  1. La propia complejidad de la Seguridad Industrial aconseja su clasificación o estructuración sistemática. En eso, no se hace sino seguir la pauta común del conocimiento humano, que tiende a subdividir las áreas del saber con objeto de hacerlas más asequibles, no sólo a su estudio y entendimiento, sino también a su aplicación profesional. Debe tenerse en cuenta también, que la seguridad industrial es divisible como disciplina, y que ello mejora tanto el nivel de transmisión educativa, como la comprensión de la fenomenología asociada a los riesgos industriales, e igualmente la articulación legal de las disposiciones preventivas que se han ido promulgando. Al considerar y estudiar la evolución de los conceptos de la seguridad industrial se aprecia que, bien los técnicos, bien los legisladores, han optado por abordar los temas de manera acotada en cuanto a casuística. Un intento omnicomprensivo de la seguridad hubiera sido fallido por la imposibilidad de abarcar todo el campo considerado. Los técnicos y legisladores han ido reaccionando a medida que era posible abordar una problemática acotable y de solución asequible. Ello ha influido en que la seguridad industrial presenta, de hecho, una estructuración relativamente fácil de identificar.

    La seguridad, como tantos otros conceptos genéricos, tiene una acepción amplia y no exenta de subjetividad. Seguro e inseguro son adjetivos que aplicamos con relativa ligereza a situaciones de la vida, sin que necesariamente nuestra apreciación responda a un análisis riguroso de aquello que juzgamos. De hecho, tal análisis es a menudo imposible de efectuar porque en él concurren circunstancias no gobernadas por leyes físicas, sino por la decisión de personas. Esa es en general una importante causa de subjetividad e incertidumbre. La otra lo es la propia naturaleza, a través de sus agentes meteorológicos, sismo tectónico y demás. Es obvio que el factor humano y el elemento natural van a estar siempre presentes en todas las actividades, incluidas las industriales, pero en éstas cabe reducir la incertidumbre propiamente industrial hasta límites muy bajos, acordes con los principios de protección que deben inspirar la seguridad industrial como técnica. En la evolución histórica del desarrollo industrial suelen distinguirse tres fases que pueden caracterizarse fácilmente y con ello comenzó la seguridad industrial.

    La primera fase, propia de los albores de la revolución industrial, estuvo fuertemente marcada por el concepto de productividad, al cual se relegaban otros objetivos, pues resultaba primordial asegurar que los nuevos procesos de producción tuvieran capacidad suficiente para rentabilizar las inversiones requeridas. Y la seguridad industrial no era una prioridad en esa época.

    En una segunda etapa, el concepto de seguridad adquiere la mayor relevancia, en su doble vertiente de seguridad interna en la fabricación o en los procesos industriales, y seguridad externa en el uso de los productos o los servicios industriales. Se produjo cierto re-alineamiento de objetivos, en los cuales la seguridad aparece como característica a cumplir necesariamente.

    En la tercera fase, que podríamos considerar se inicia en el mundo industrializado después de la segunda guerra mundial, cobra importancia decisiva el concepto de calidad, puesto que no basta con asegurar unos mínimos requisitos de seguridad, ni tampoco es suficiente maximizar la productividad a corto plazo o tácticamente, sino que hay que considerar la calidad como valor intrínseco y de carácter estratégico, tanto en relación con los procesos como por la calidad de los productos. Técnicas tales como la garantía de Calidad, el Total Quality Management o el Aseguramiento de la calidad, no son sino subfases evolutivas en el tratamiento de la calidad en el entorno industrial.

    La necesidad de las regulaciones en materia de seguridad y salud laboral está sustentada en el desarrollo de las invenciones tecnológicas, ya que al generarse nuevos productos estos implican a su vez, nuevos procedimientos, nuevas maquinarias, nuevos métodos de trabajo, que a su vez presentan nuevos tipos de riesgos y probabilidades de ocurrencia de accidentes de trabajo o enfermedades ocupacionales, que podrían acarrear costos muy elevados, por que actualmente no solo debemos considerar los costos directos o indirectos de estos eventos no deseados, sino además las probabilidades de ser objeto de sanciones administrativas

    Existen varios métodos para la identificación de riesgos, básicamente pueden considerarse tres tipos de métodos:


    a) Métodos cualitativos: este método se caracteriza esencialmente por no recurrir a cálculos numéricos.

    Suelen estar basados en técnicas de análisis crítico en las que interviene distintos expertos de la planta. Depende su eficacia de la calidad de información disponible; su exhaustividad

    De este método destaca lo siguiente:

    Análisis histórico: consiste en un estudio lo mas amplio posible sobre accidentes ocurridos en el pasado en instalaciones y/o con productos similares a los estudiados
    · HAZOP (o AFO, análisis funcional de operabilidad): Análisis de operabilidad; técnica inductiva de análisis critica realizada por un equipo pluridisciplinario para identificar desviaciones de proceso que pueden conducir a accidentes
    · Análisis del modo, efecto y criticidad de los fallos (FMEAC): método inductivo de reflexión sobre las causas/consecuencias de fallos de componentes en un sistema.
    · Análisis preliminar de riesgos: método inductivo en el que se analiza de forma sistemática las causa, efectos principales y medidas preventivas/correctivas asociadas
    · Check list: constituyen listas exhaustivas de posibles iniciadores/accidentes a contemplar en la identificación de riesgos
    - What if…?: método inductivo en el cual se analiza sistemáticamente las consecuencias de determinados sucesos

    Pueden considerarse también en su raíz, como métodos cualitativos, los métodos de árboles de Fallos y árboles de sucesos, siempre que no se les aplique el cálculo de frecuencia

    b) Métodos semicualitativos: instalación en una base a una serie de índice que miden su potencial para ocasionar daño en función de una serie de magnitudes y criterios (cantidad de producto, características de peligrosidad, entre otros)
    Entre estos destacan:

    Clasificación mediante índice de Mond de fuego, explosión y toxicidad
    Clasificación mediante el índice de Dow de fuego, explosión y toxicidad

    c) Otros métodos de apoyo: básicamente se incluyen aquí las auditorias de seguridad que suelen responder a otros objetos (relativas a la organización de seguridad, el cumplimiento de una legislación, entre otras) pero que pueden construir una base para la identificación de riesgos.